El encuentro con Magallanes fue sólo el comienzo de 400 años de lucha. Sus hombres zarparon hacia España sin él, pero regresaron más tarde. Los filipinos quedaron impresionados con el sistema de lucha del sable y la daga de los españoles, lo imitaron y pronto descubrieron los puntos débiles de ese estilo. Su nuevo método que empleaba un palo largo y uno corto tomó el nombre español de Espada y Daga.
Los filipinos constituían un pueblo de gente inteligente. A medida que llegaban más invasores, sus estilos de lucha eran estudiados por los isleños, quienes desarrollaban a su vez nuevos estilos y métodos de lucha para combatirlos. Algunos de esos métodos tomaron nombres que describían sus propias tácticas, como "repetición" (ataques repetidos), "retirada" (estilo de retirada o retroceso), "largo mano" (mano larga) o "abanico". Otros tomaron los nombres de sus creadores como "Toledo" o "Bergonia". Algunos fueron designados según el nombre de los lugares según donde se desarrollaron: "Bohol" y "Pangasinan" fueron dos de ellos e incluso algunos como "Etaliano", se denominaron de acuerdo con el nombre del enemigo. Existen probablemente más de cien estilos en las artes marciales filipinas pero pueden dividirse en tres grupos principales: los estilos septentrionales, los meridionales y los centrales. Es un error corriente creer que las Artes Marciales Filipinas consisten sólo en un arte de sable, bastón o daga. Es mas bien un sistema completo de defensa personal a manos limpias que emplea sables, varios tipos de palos, varas, bastones, lanzas, cuchillos y armas proyectiles. Incluye otros objetos como caña, periódico, silla, abanico y otras armas manuales.